Más que una película.

Hoy, he ido a ver si se puede decir así, una película al cine, pero más bien yo lo llamaría REALIDAD.
Lo Imposible:'). Una película que es imposible no sacar ni una sola lágrima. Es de esas películas que llegan al fondo de nosotros, que sacan la parte sensible que tenemos. Esa parte que nos hace llorar, sentir, querer, admirar y ver la realidad.
No es de aquellas películas que nos hacen sí reír, decir: "ohhh", o decir: "que guapo que es". No, no es de ese tipo.
Es más bien un tipo a Titanic. Pero para mí, esta película de dos horas, me ha marcado.
Desde que me he sentado hasta que me he levantado, aún no había acabado de flipar.
Flipar, ¿el qué? Pues aquel día 24 de diciembre de 2004 cuando una familia, Lucas, María, Simon, Tomas y Quique, vivieron la experiencia de su vida.
La experiencia más dura, más sufrida, más terrorífica, más, imposible.
Esa experiencia, cambió sus vidas y aprendieron a valorar lo que tienen.
Para mí, esta película, a parte de llorar, me ha cambiado, ha sido ver a mis padres y abrazarles y de pensar: Gracias por estar conmigo.
Es lo imposible, simplemente.